El talento no lo es todo cuando se trata de convertirte en una estrella del deporte, es necesario tener disciplina y vocación de atleta para llegar a lo más alto de tu profesión.
En esta ocasión estaremos hablando de uno de los jugadores más talentosos en la NFL, pero que desafortunadamente ha empañado su carrera con múltiples polémicas que le han costado no solo dinero, sino la posibilidad de ser considerado uno de los mejores de la historia.
Antonio Brown se convirtió en un ala abierta muy respetada y temida por las defensivas rivales por su capacidad físico-atlética, la cual le permitía superar de manera fácil a los mejores esquineros de la liga y parecía hacerlo sin esforzarse.
Pero de un momento a otro toda esa capacidad y talento pasaron a segundo plano, con actitudes y acciones que empezaron a tomar el protagonismo de su vida e hicieron olvidar todos sus logros dentro de los emparrillados.
Antonio Brown inició su carrera en la NFL en el 2010 tras haber sido reclutado con la selección No.195 de la 6ª ronda del Draft de ese año por los Acereros de Pittsburgh, procedente de la Universidad de Central Michigan.
En 3 temporadas a nivel colegial Brown consiguió 305 recepciones para 3,199 yardas y 22 anotaciones, por lo que llegaba como un jugador de mucho talento, pero que al no venir de uno de los programas de alto perfil no fue seleccionado más temprano en el Draft.
Eso no fue un impedimento para Brown, que en sus primeras 9 campañas en la liga fue reconocido como un 7 veces Pro Bowler, 5 veces All-Pro, fue líder en yardas en 2 ocasiones y líder en recepciones en otras 2.
Tristemente a pesar de ser ya considerado uno de los mejores receptores de toda la NFL, en la temporada 2018 comenzaron los problemas que al día de hoy han seguido ensuciando la que era una trayectoria estelar en el deporte de las colisiones.
Brown tuvo un enfrentamiento con el mariscal de campo del equipo, Ben Roethlisberger, lo cual provocó que el ala abierta se ausentara de los entrenamientos con los Acereros y se negara a disputar el último compromiso de la temporada regular, el cual era de vital importancia para las aspiraciones de Pittsburgh de llegar a los playoffs.
Tras ese problema Brown pidió a la franquicia de manera pública que lo cambiara, algo que sucedió el 09 de Marzo del 2019 cuando los Acereros lo enviaron a los Raiders de Oakland, en un movimiento que tampoco tendría un final feliz.
Al inicio de esa temporada del 2019 la NFL informó que ciertos tipos de cascos ya no serían permitidos según las nuevas reglas para proteger la integridad física de los jugadores, algo que no le cayó nada bien a Brown.
El receptor se negó rotundamente a cambiar el modelo de su casco y comenzó una batalla con la NFL para que le permitieran seguir usando la protección de su elección, llegando incluso a declarar que si no aceptaban sus demandas se retiraría de la liga.
A pesar de que Brown llevó esta situación hasta la instancia legal, un juez rechazó sus recursos y no pudo hacer nada más en contra de las reglas de la NFL, pero todas esas acciones tuvieron sus consecuencias con el equipo.
Mientras Brown realizaba todas estas quejas públicas, se ausentaba de los entrenamientos con los Raiders por no querer cambiar su casco, algo que no le pareció aceptable al gerente general del equipo, Mike Mayock.
Mayock multó a Brown en múltiples ocasiones por sus ausencias, con sanciones que llegaron hasta los 250,000 dólares, otra situación que no fue del agrado de Brown que publicó sus multas y confrontó a Mayock por las mismas.
Se reportó que ese enfrentamiento estuvo a punto de llegar a los golpes y a pesar de que el receptor se disculpó de manera privada con el equipo y públicamente el 06 de Septiembre, para el siguiente día pidió su liberación del equipo.
Pues sus deseos en esta ocasión sí se volvieron una realidad y los Raiders dejaron a Brown en libertad el 07 de Septiembre, y ese mismo día, firmó con los Patriotas de Nueva Inglaterra un contrato por 1 año con opción para otro.
Tristemente su tiempo con los Patriotas tampoco tuvo un desenlace favorable, ya que tan solo 3 días después de firmar con Nueva Inglaterra, Brown fue demandado por una agresión sexual sobre su ex entrenadora Brittany Taylor.
Y para el 16 de Septiembre del 2019, otra mujer realizó una nueva demanda en contra del ala abierta por los mismos cargos y la franquicia de Nueva Inglaterra determinó cortarlo del equipo el 20 de Septiembre.
2 días después Brown publicó un mensaje en el cual anunciaba su retiro de la NFL, pero cambió de opinión días después; algo que se repitió el 20 de Julio del 2019 cuando dio a entender que dejaba el deporte, para arrepentirse una vez más.
En el mes de Enero del 2020 Antonio de nueva cuenta enfrentó problemas legales cuando fue arrestado por robo y agresión a un camión de mudanza, una situación de la cual se salvó de ir a la cárcel al pagar la fianza, pero que sí provocó que su agente determinara terminar la relación laboral con el receptor.
Todas estas polémicas llevaron a la NFL a suspender a Brown los primeros 8 duelos de la temporada del 2020, incluso sin aún tener equipo, algo que estaría por solucionarse unos pocos meses después.
El 27 de Octubre del 2020 Brown firmó un contrato por 1 año con los Bucaneros de Tampa Bay, un movimiento que fue provocado por el QB del equipo de Florida, Tom Brady, quien pidió una oportunidad para el ala abierta.
Su 1º temporada con los Bucaneros parecía ser el regreso triunfal a los primeros planos de la NFL, al coronarse como campeón del Super Bowl LV superando a los Jefes de Kansas City 31 a 9.
Pero como ya lo hemos visto antes, cuando se trata de Brown algo inesperado está por suceder y esa situación se dio el 02 de Diciembre del 2021 cuando la NFL informó que Brown había sido suspendido 3 juegos por falsificar los certificados de vacunación contra el COVID-19.
A su regreso las cosas parecía que se habían calmado durante todo 1 juego, pero esa tranquilidad terminó el Domingo 02 de Enero del 2022 en el duelo de la Semana 17 frente a los Jets de Nueva York.
Se jugaba el 3º cuarto del partido en Nueva York cuando de la nada se le vio a Brown quitarse el uniforme y lanzarlo en las bancas, para después retirarse la camiseta y arrojarla a las gradas mientras se despedía del público y abandonaba el estadio.
Al término del partido que fue una victoria 28-24 para los Bucaneros, el Head Coach de Tampa Bay, Bruce Arians, anunció que Brown ya no formaba mas parte de los Bucaneros, mientras que Brown fue visto pidiendo transporte para irse del lugar a medio juego.
Se han realizado muchas criticas en contra de las actitudes del jugador, pero todos estos actos de Brown que parecieran ser por su personalidad, podrían estar más relacionados a uno de los problemas mentales que aquejan a algunos jugadores de la NFL, la encefalopatía traumática crónica.
Sin duda alguna no son normales las acciones que ha tenido Brown en los últimos años y que ponen a pensar que su salud mental no es la correcta, pero tristemente al día de hoy la única manera para descubrir si es por problemas psicológicos, es al analizar su cerebro posterior a su muerte.
Este es el historial de polémicas y controversias que ha vivido uno de los jugadores más talentosos en esa posición en los últimos años y que han desviado por completo la atención de sus grandes jugadas en los emparrillados, a ser un foco de críticas.
Esperemos que la ayuda necesaria llegue a Brown para que su vida tanto profesional como personal estén en orden y que su talento, capacidad y grandes jugadas, puedan volver a ser el tema principal cuando se hable de él.
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